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Mostrando entradas de abril, 2014

George Woodcock - ALBORES DEL ANARQUISMO*

Los historiadores anarquistas (particularmente Kropotkin, Nettlau y Rocker) han querido encontrar antecedentes a sus propias convicciones entre una gran variedad de escritores y filósofos del pasado. Lao Tzé, Zenón, La Boetie, Fenelón y Diderot figuran entre los predilectos en este sentido. Y Rebelais, por su parte en el delicioso y caballeresco libro en el que describe la Abadía de Théleme, admite el valor del lema libertario “haz lo que quieras”. Movimientos religiosos enteros, tales como los de los anabaptistas, los husistas, los doukhobors y los esenios han sido injertados con ramas del ancestral árbol del anarquismo; y el tolstoiano francés Lechartier no ha sido el único en afirmar que el verdadero fundador del anarquismo fue Jesucristo y… “la primera sociedad anarquista fue la de los apóstoles”. Yo creo que la búsqueda de los antecesores del anarquismo se obstaculiza por cierta confusión existente entre algunas actitudes que radican en el núcleo mismo del anarqui

David Graeber - ¿Por qué hay tan pocos anarquistas en la academia?

Anarquismo y Teoría Social Por David Graeber* ¿Por qué hay tan pocos anarquistas en la academia? Esta es una pregunta oportuna porque, como filosofía política, el anarquismo está creciendo rápidamente en la actualidad. Los anarquistas o los movimientos de inspiración anarquista están surgiendo por todas partes; los principios tradicionales anarquistas –autonomía, asociación voluntaria, autoorganización, ayuda mutua, democracia directa- se encuentran desde las bases organizativas del movimiento contra la globalización, hasta en cualquiera de los movimientos radicales de cualquier lugar. Los revolucionarios de México, Argentina, India y otras partes cada vez más han ido abandonado el pronunciarse a favor de la toma del poder y han comenzado a formular ideas radicalmente diferentes acerca de lo que significa una revolución. Es cierto que en realidad la mayoría son reacios a adoptar la denominación de “anarquista”. Pero como Bárbara Epstein ha observado recien